Hay pasos en el techo
Un tropel
Una estampida
(O una carga cerrada
de caballería)
“Ratones”, dice mi mujer,
que tiene los pies sobre la tierra
¡Pero quién sale a mirar!
Quién osa averiguar
quiénes son esos hombres
que maldicen
De quién son esos sables
que se cruzan
Quiénes son esos heridos
que se arrastran y gimen
“Murciélagos”, dice mi mujer
Al fin me animo:
La puerta se abre
con dificultad
con un chirrido
La única que anda sobre el techo
es la luna
Pero los pasos siguen
Y los gritos
Apunto con la linterna
hacia las tejas:
En el resplandor plateado
se pierde la luz de la linterna
¡Si se pierden las estrellas
cómo no se va a perder una linterna!
Los perros olfatean
sin ladrar
y con el pelo erizo
Ellos también oyen los pasos
y sienten las presencias
Algo cruza volando
la luz de la linterna:
Puede ser un murciélago
o una mariposa café
o una lechuza
Ese algo posa sus alas
sobre mi cabeza
Una mano toca mi hombro
y una voz roza mi oído
Los perros se trenzan
en un nudo que tiembla
Yo quiero regresar a la casa
pero las piernas se niegan
Intento gritar algo
Y no encuentro la lengua
El corazón se me sale
por la boca
-textualmente:
no de manera metafórica-
Tengo que usar ambas manos
para evitar que huya despavorido
como un sapo
Los gritos y la sombras
se multiplican en el techo
Un tropel
Una estampida
(O una carga cerrada
de caballería)
“Ratones”, dice mi mujer,
que tiene los pies sobre la tierra
¡Pero quién sale a mirar!
Quién osa averiguar
quiénes son esos hombres
que maldicen
De quién son esos sables
que se cruzan
Quiénes son esos heridos
que se arrastran y gimen
“Murciélagos”, dice mi mujer
Al fin me animo:
La puerta se abre
con dificultad
con un chirrido
La única que anda sobre el techo
es la luna
Pero los pasos siguen
Y los gritos
Apunto con la linterna
hacia las tejas:
En el resplandor plateado
se pierde la luz de la linterna
¡Si se pierden las estrellas
cómo no se va a perder una linterna!
Los perros olfatean
sin ladrar
y con el pelo erizo
Ellos también oyen los pasos
y sienten las presencias
Algo cruza volando
la luz de la linterna:
Puede ser un murciélago
o una mariposa café
o una lechuza
Ese algo posa sus alas
sobre mi cabeza
Una mano toca mi hombro
y una voz roza mi oído
Los perros se trenzan
en un nudo que tiembla
Yo quiero regresar a la casa
pero las piernas se niegan
Intento gritar algo
Y no encuentro la lengua
El corazón se me sale
por la boca
-textualmente:
no de manera metafórica-
Tengo que usar ambas manos
para evitar que huya despavorido
como un sapo
Los gritos y la sombras
se multiplican en el techo
Hasta que una nube densa
de alquitrán
ahoga el resplandor
borra las sombras
Horas después
cuando amanece
la única huella que persiste
es el temblor de los perros
cuando los miro a los ojos
1 comentario:
Tremendo! Tiemblo!
Publicar un comentario